Hoy le muestro cuatro propuestas para que su sala, su habitación o su oficina sea mucho más agradables. En primer lugar, tenga en cuenta la cantidad de luz. Un espacio oscuro y con poca luz natural puede tornarse tétrico y poco ameno. Ahora bien, respecto a la luz artificial, que -evidentemente siempre será necesaria- debe considerar que esta sea siempre de colores cálidos. Una luz artificial amarilla de todas formas resultará bastante más acogedora que una luz blanca. Procure que haya buena iluminación, sea de día como de noche. Por otro lado, está el color de las paredes. Diversos estudios han demostrado que los colores están totalmente asociados a las emociones; sin embargo, escoger un color claro o de tonos tierra es la opción más adecuada. Estos aportarán una sensación de orden y limpieza, además de darle pie para que pueda decorar a su gusto.

En cuanto a la decoración, decida elegir piezas que no sobrecarguen el espacio. Recuerde que mientras más sobrio, más elegante ha de ser; pero como se trata de una zona amplia, un par de cuadros, relojes de pared, lámparas de pie, alfombras peludas o muebles auxiliares de madera ¡no vendrían mal! Intente jugar con las texturas y con gamas de colores que combinen y que se complementen armónicamente. Por último, no olvide jamás tener una planta o, al menos, un jarrón con flores naturales. Estas son esenciales para otorgarle frescura y calidez al lugar. Olvídese por completo de las flores artificiales, pues solo restan elegancia.